miércoles, 22 de junio de 2016

De fanfictions va la cosa...

Son las diez y media de la mañana. Hará cuestión de una horita estaba tomándome yo un plato minimalista de espárragos con bacon y unas lonchitas de salmón ahumado, acompañados de un pequeño vaso de zumo de naranja de tetrabrick mientras vigilaba a mi pequeño Bluebell, un conejito de pelaje marrón que me acompaña en mis horas de rutina. Y todo ello para recuperarme de una noche de insomnio temporal que me mantuvo en vela hasta las dos de la madrugada. ¿La razón? Inspiración. 

En realidad, todo se debía al décimo-octavo capítulo de Un asunto conejudo, fanfiction que actualicé ayer por la tarde tras haber pasado varias horas intentando encontrar las palabras y las ideas adecuadas para tan preciado proyecto. Y es que, aunque lleve desde diciembre sin escribir en el blog, mi pasión por la escritura ha continuado metiéndome en berenjenales de los que ahora es difícil salir. Tampoco es que lo quiera hacer, la verdad. 

De hecho, Un asunto conejudo ha sido mi nueva aportación al mundo del fanatismo Zootopiano. Los que hayan visto la última película de Disney, Zootrópolis (Zootopia en Inglés), comprenderán el por qué de su éxito. No sólo ha sido el pistoletazo de salida a la gran cantidad de fandom furry que ha derivado de sus entrañas, sino también a las relaciones in crescendo entre todos los amantes de la buena animación y los antropomorfos.




Como buena fan y futura profesional, si la vida me lo permite, nada más ver la película (que ya he visto tres veces en lo que llevo de año), el universo se puso en contacto conmigo para inspirarme con una buena idea que, tras comenzar a plasmar con el teclado, terminó convirtiéndose en un fanfiction que cuenta ya con 503 favoritos y 563 seguidores en fanfiction.net. Y ambos números van en aumento. Para mayor popularidad, habiéndolo compartido también en Wattpad, los capítulos han sido vistos más de 32.000 veces y favoriteados unas 3.400, por no hablar de todos los comentarios y reviews recibidos, que me han dado el valor y ganas para seguir a pesar de que la historia no iba a ser muy larga en un principio. Y es que siempre me pasa lo mismo: quiero hacer algo cortito... y acabo escribiendo un libro entero. 

Pero bueno, ya que os hablo de esta mi humilde historia, aunque los personajes no sean míos, por supuesto, voy a resumiros un poco el argumento: 

Si recordáis bien a nuestra pareja de policías, su relación es muy profesional. Nick y Judy transcurren su día a día como cualquier buen equipo pero, cuando la pequeña Karin le cuenta a sus padres que su hermanita del alma está trabajando con un zorro, Judy se verá obligada a regresar a Bunny Burrows. Lo que no imagina es su compañero no se quedará de brazos cruzados.
El encuentro con la familia y con un viejo conocido terminará en un lío conejudo, y nunca mejor dicho, en el que la mentira dará paso a una comedia romántica, mezclando tradiciones y perjuicios, y desembarcando en una aventura por la igualdad y el amor entre especies. 
No faltarán los triángulos (y hasta cuadrados) amorosos, y el sentido del humor familiar que tanto caracteriza a los personajes. Un cocktail trepidante (y no porque lo diga yo), que emocionará a más de uno. Prueba de ello, son las palabras de todos los fans que ya se han sumado a esta aventura bisemanal (subo un capítulo nuevo cada dos semanas).

Si os gustan las historias clásicas con buen sabor de boca, ésta es para vosotros.

Y ya de paso, comentar que la he inscrito en los premios #Wattys2016. Para ser sincera, desconocía por completo la existencia de estos premios pero, gracias a la amabilidad de una seguidora, justo descubrí que podía inscribir un fanfiction en la competición. Y ya que Judy y compañía están ahora mismo también en batalla por una buena causa, os ofrezco un rato entretenido por vuestro voto, si queréis participar. 
Deduzco que, contra más votos y visualizaciones tenga Un asunto conejudo, más posibilidades tendrá de hacerse un hueco entre los finalistas. Si os parece bien, y creéis que vale la pena, os agradeceré sumamente vuestro apoyo, ya que es la primera vez que participo en semejante concurso. 

Y dicho esto, aprovecho para poneros al día sobre Cámbiame (Amores de Instituto).
Cámbiame
(Colección Amores de Instituto)
por Esther Quesada

Sí, esa otra parte de mi obra que quedó estancada hace ya más de un año sin que haya podido redescubrirla hasta ahora. 
Aunque todavía me queda bastante por terminar, debo agradecer que mi cerebro se haya dignado a obsequiarme con algunas ideas y un poquitín más de interés por continuarla. 
No recuerdo si ya os comenté de qué trataba esta pieza de la colección (las otras obras están disponibles en Amazon), pero aprovecho para poneros al día: 

Jelena es una muchacha con una vida tranquila y feliz. Tiene su alegre y consolidado grupo de amigas y lucha por aprobar el curso como toda adolescente. Sin embargo, su existencia habría seguido siendo fácil de no ser por el retorno de Óscar, su enemigo de la infancia al que había perdido de vista en primaria. Aunque todo parece indicar que él no la recuerda, un giro de acontecimientos provoca la recaída que llevará a nuestra protagonista a encararse a su mayor miedo. Los insultos y amenazas verbales se verán rápidamente transformados en una conexión turbadora que la conducirán a los brazos del enemigo. Pero... ¿acaso un corazón de hielo puede derretirse? ¿Cuán fuerte puede ser la confianza entre polos opuestos?
Si bien la historia no viene completamente de una experiencia personal, debo añadir que estoy en contra del bullying, y eso sí es por situaciones vividas en propia carne. 
La ficción nos permite soñar con la posibilidad de que un alma corrompida logre sanarse y encontrar el amor, pero a veces hay que mirar más allá de lo que ven nuestros ojos. Si bien muchos adolescentes utilizan la fuerza bruta para demostrar que son "más fuertes", en la mayoría de casos guarda relación con el entorno familiar o circunstancias de salud. La discriminación, las tradiciones, la falta de cariño y de apoyo, la dureza de la vida y la soledad... todos esos factores pueden provocar daños irreversibles que, de haberse evitado, habrían contribuido a crear personas con ganas de vivir y de compartir felicidad. Y lo curioso es que muchos de ellos acaban descubriendo la verdad al crecer, cuando se encaran a la vida y se dan cuenta de que no pueden continuar usando un escudo quebrado que sólo les impide evolucionar. 

Cámbiame no es una verdad ni una realidad, tan sólo la esperanza de que algunos pueden cambiar. Y todos tienen derecho a intentarlo. 

Con esto me despido por hoy y os agradezco el tiempo que habéis dedicado a leer el artículo. Aunque no puedo prometeros un nuevo post en poco tiempo, seguiré trabajando para traeros notícias lo antes posible. 

Muchas gracias y que tengáis una semana fantástica acorde con la llegada del verano (o invierno en el hemisferio sur). ¡Hasta pronto! :D

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